Para descubrir este maravilloso salto, primero es necesario tener un espiritu aventurero y buen estado fisico para perderse en los "vericuetos" de los caminos que conducen hasta la base del cerro.
Se recomienda realizar el laberinto a
pie desde la entrada misma, recorrido de 1.000 metros que se realiza
entre añosos arbolos que alcanzan hasta 50 metros de altura, lianas,
takuara y espeso bosque nativo. Hay que hacerlo a pie para no perderse
ningun detalle, hasta llegar al rincon paradisiaco.
El chorro de agua que cae desde una altura 50 metros es parecido a una silueta bamboleante por el dominio del viento. Entrar al remanso requiere de mucho valor, porque el agua es tan fria que solo es comparada con las del oceano Pacifico. Despues de dar un grito que tendra eco en las rocas, habra sentido una sensacion unica y saldra de alli totalmente relajado.
El chorro de agua que cae desde una altura 50 metros es parecido a una silueta bamboleante por el dominio del viento. Entrar al remanso requiere de mucho valor, porque el agua es tan fria que solo es comparada con las del oceano Pacifico. Despues de dar un grito que tendra eco en las rocas, habra sentido una sensacion unica y saldra de alli totalmente relajado.